La claridad
El arte de vislumbrar momentos desprovistos de trascendencia y lograr magnificar su carácter estético/moral cuando éstos son captados por el lente de una cámara de filmación, fue definido por Louis Delluc y Jean Epstein en las primeras décadas de la historia del cine, como “fotogenia”. Si bien este concepto un tanto poético fue olvidado por los directores contemporáneos y hasta podíamos llegar a creer que ya nada se podía hacer con él en la era digital, entonces aparece Pedro Costa con su cine como principal forma de resistencia. Vitalina Varela, dirigida por Pedro Costa, narra la historia de una mujer que luego de una larga espera, consigue llegar a Portugal para encontrarse con su marido. Apenas aterrizada, ésta se entera que él ya ha sido enterrado y recorremos el duelo de la viuda y su posterior percepción de los hechos en un ambiente sombrío. Una trama política que funciona de marco para montar una sucesión de escenas que esbozan un interés por priorizar lo específicamente ci